Querida(o) hija/hijo:
Hoy es 27 de mayo, es un día especial, es día de la madre. ¿Pero, sabías que es un día especial para los dos?
Déjame contarte la razón, voy recorriendo las calles de nuestra ciudad y veo vitrinas con corazones, flores, mensajes muy lindos felicitando a las mamás, una infinidad de regalos y todo esto realizado para darle el “Mejor Día a Mamá”.
Paso por una escuela y veo a las niñas y niños cómo se preparan, organizando bailes, coros, teatros, poemas, veo a muchas mamás con esas manualidades realizadas con tanto amor. Por mi lado pasa un papá pensando como sorprender a su madre y esposa, imaginando qué podría gustarles, con qué se sentirían felices, organizando por teléfono un festejo especial para compartir.
Y me puse a recordar, cómo pasabas horas elaborando un regalo especial con todos los materiales que encontrabas en la casa, cuantos años te quedaste sin merienda para comprarme un obsequio o cuando debiste aliarte con tus hermanos para tener un regalo más grande. ¿Recuerdas cuando tuviste que viajar horas para poder sorprenderme en un día parecido a este? y cómo olvidar cuando me enfermé estuviste orando por mi recuperación, sé que tendremos que separarnos… y que una fecha como esta estarás caminando por la calle llevando mis flores favoritas.
Y solo quiero decirte:
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS
Gracias, por aquél porta lápices de palitos de helado.
Gracias, por tus notitas de amor en mi almohada.
Gracias, por esos obsequios que compraste ahorrando tu recreo.
Gracias, por los bailes, canciones y poemas que me regalaste.
Gracias, por pensar en sorprenderme cada año.
Gracias, por contestar mí llamada en medio de tu reunión importante.
Gracias, por cancelar viajes y reuniones para cuidarme.
Gracias, por cada beso, por cada abrazo.
Gracias, por cada te amo.
Gracias, porque el día que tu naciste yo también nací.
Dios te bendiga siempre ya que a mí me bendijo con tu llegada.