Todas y todos llevamos un potencial para lograr grandes cosas. Alba Sofía, una joven boliviana de 16 años, es el vivo ejemplo de cómo se puede transformar ese potencial en acciones concretas que benefician no solo al individuo sino a toda la comunidad.

Desde niña, Alba Sofía soñaba con ser una destacada profesional en comunicación social. Su objetivo no era solo profesional, sino altruista: quería inspirar y motivar a otros jóvenes a perseguir sus sueños, convirtiéndose así en una fuente de inspiración.

El cambio en la vida de Alba Sofía comenzó con World Vision Bolivia. Al integrarse a sus programas, dejó atrás su naturaleza introvertida y comenzó a florecer como una joven segura y activamente involucrada en su comunidad. Pero su transformación no se quedó ahí. Ella fue más allá al decidir ayudar a otras niñas, niños y adolescentes, extendiendo así el impacto positivo de su propio desarrollo.

Ingresar a la red de niñas, niños y adolescentes de World Vision Bolivia marcó un antes y un después en su vida. Sin embargo, su ambición y determinación la llevaron a ser parte de la red de jóvenes, enriqueciéndose como individuo y estudiante. Allí, Alba Sofía adquirió conocimientos vitales en prevención de violencia, fortalecimiento de la autoestima y habilidades en oratoria. Reconociendo la importancia de estos aprendizajes, ella cree firmemente que empoderar a jóvenes les brinda perspectiva clara de su identidad y propósito.

La historia de Alba Sofía resalta lo que puede lograr una persona determinada y apasionada. Su compromiso y solidaridad son testimonios del poder transformador de World Vision Bolivia y un recordatorio de que todas y todos podemos hacer la diferencia.

Conviértete en parte de este cambio uniéndote a la campaña #1000Niñas. Dona y ayuda a que más jóvenes como Alba Sofía puedan transformar sus vidas y comunidades.