Lilian Historias Transformadoras  

  Un compromiso de servicio por los más vulnerables que cada día crece más  

Compromiso de servicio por los más vulnerables

Lilian y su historia transformadora, ella creció en una comunidad del valle de Cochabamba, una zona principalmente agrícola y con elevados niveles de alcoholismo. Cuando World Vision ingresó a su región con el proyecto de patrocinio, inició en una iglesia poco concurrida por los vecinos.

 

El Programa empezó a trabajar con los niños y niñas de la comunidad, apoyándoles después de la escuela y enseñando culinaria y tejidos a las mamás.

 

“En mi comunidad, antes asistíamos a World Vision mediante la iglesia, adonde asistíamos todos los sábados y domingos, luego nos registramos en el programa de patrocinio y desde entonces empecé a participar en todas las actividades.

 

World Vision Bolivia y su labor en la comunidad marcó una diferencia para las familias, gracias a los talleres y capacitaciones, se formaron líderes y fue posible desarrollar un mejor manejo de la agricultura.

 

La organización hizo proyectos donde se instaló un tanque de agua potable que abastecía a la comunidad y un pozo de riego para los cultivos. Gracias a la ayuda de World Vision, las personas de la comunidad lograron trabajar la tierra en todo su potencial, lo que permitió mejores condiciones de vida para las familias y, en especial, para los niños y niñas.

 

“Cuando estaba en la red de la niñez de patrocinio, nos enseñaron mucho sobre los valores, y eso me ayudó en mi diario vivir, desde entonces fui respetuosa con todos, me creía defensora de los niños, no me gustaba la violencia y siempre defendía a todos”, recuerda Lilian.

 

“En las redes de niños siempre nos enseñaron cosas muy bonitas, a cuidar nuestro cuerpo, a querernos más a nosotros mismos, el amor al prójimo, la responsabilidad”, enumera algunas de las temáticas que permitieron que en su comunidad los niveles de alcoholismo bajaran y exista un cambio de perspectiva.

Lilian niña

 

“World Vision me formó como una persona con valores y mucho compromiso social, soy ahora una persona sin límites y con ganas de seguir creciendo.” Apunta Lilian. “Lo que más me gustaba era las entregas de regalos, las celebraciones del Día del Niño, a mí siempre me gustó ayudar, me sentía importante cuando me delegaban tareas para colaborar, también me gustaba las redes de niños, era tan bonito ser parte de ello, allí aprendí el amor de Dios, los estándares de patrocinio y me convertí en promotora del proyecto” acota Lilian.

 

Gracias a su labor cómo promotora, pudo realizar una serie de actividades junto con los técnicos de patrocinio, ayudaba buscando a los niños a los que les llegaban carta, con el monitoreo domiciliario, ayudando a los técnicos porque conocía a la mayor parte de los niños y niñas en su comunidad.

 

“En las celebraciones de Día del Niño, íbamos a todas las comunidades disfrazados de muñecos, era lo más divertido, que un niño regale sonrisa a otro niño, me sentía muy feliz, en las redes de niños siempre era parte de la mesa directiva, me gustaba cuando nos llevaban de viaje a intercambio de experiencias con otros Programas de Área.

 

Fuimos a Santa Cruz al Programa Los Chacos, a Oruro fuimos de paseo, siempre íbamos de campamento; cuando estaba de promotora nos capacitaban sobre liderazgo, salud, patrocinio sobre los estándares de protección, y siempre participaba de las capacitaciones.”

 

El ser promotora le enseñó a trabajar por los niños y niñas. “Dije, ´trabajaré por los niños porque yo también fui niña un día´, y así fue que le puse mi interés a trabajar en World Vision, y escogí una carrera cortita para lograr entrar a trabajar en la institución, mi compromiso para trabajar por los niños cada día crecía más y gracias a Dios estoy aún aquí cumpliendo mi sueño de niña.”

 Lilian asistente

Una vez que Lilian terminó el colegio entró a la Academia Politécnica que World Vision, junto a la Universidad Estatal de la región inauguraron cerca de su comunidad.

 

Allí estudió para ser auxiliar de enfermería y al graduarse pudo entrar a World Vision para trabajar en el proyecto Control Niño Sano.

 

Actualmente Lilian es asistente de patrocinio, lo que la pone en contacto directo con los niños y niñas de las comunidades en las que trabaja. El haber sido una niña registrada y trabajado como promotora hoy le permite comprender las realidades por las que pasan esos niños y sabe que su trabajo afecta positivamente en sus vidas.

 

“Un día hubo personas muy buenas que me hablaron, personas de World Vision. Hoy yo puedo hacer lo mismo por otros.”

  

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