De forma constante nos quejamos que nuestros hijos no nos escuchan, cuál será la receta para que lo hagan?, y cuál será la fórmula para que nosotros los escuchemos?; esta habilidad es de ida y vuelta, no podemos exigir ser escuchados si nosotros como padres y madres no lo hacemos.

La comunicación y el lenguaje son fundamentales para el desarrollo psicosocial del niño, por esto debemos ser conscientes de su importancia y de la responsabilidad que conlleva comunicarse bien para ser escuchado y escuchar de forma tierna.

Escuchemos con el corazón para entender no sólo las palabras sino sentir las emociones y sentimientos de lo que nos dicen, conectemos  con lo que realmente nos dicen nuestros hijos con su comportamiento, con una actitud de aceptación y amor, de esta forma, ellos y ellas se sientan cuidados, atendidos, respetados y aceptados, desarrollando así una fuerte confianza en sí mismos.

Aprendamos a escuchar buscando sintonizar su lenguaje con el nuestro, dejando que se exprese, respetando su personalidad y su punto de vista, y al hacerlos sentir seguros e independientes seremos también escuchados.

Escuchemos con los ojos abiertos, llenos de ternura.