La sopa de verduras, un recurso accesible para las familias que buscan mantener a sus hijos bien nutridos y saludables.

Lupita, como la llaman cariñosamente todos, tiene 9 años de edad. La niña conoce la importancia de las verduras en la nutrición porque su madre, Humberta, le enseñó todo lo que aprendió en los talleres de World Vision Bolivia.

Para Humberta, una comida no está completa si carece de verduras. "Las verduras en las comidas ayudan a prevenir enfermedades en mis hijos", dice la orgullosa madre de cinco, quien aprendió que las verduras ayudan a mantener a sus hijos más sanos.

Tanto así que en sus comidas no puede faltar ese ingrediente que le ayuda a sus hijos a sentirse más saludables y protegidos, como así también lo entiende Lupita.

“Mi comida favorita es la sopa de verduras, porque me hace saludable, tener energía, por eso no me enfermo estos días, porque siempre como sopa de verduras, me hace sentir protegida, saludable, me hace crecer”, dice la niña.

El consumo de verduras se convierte en una práctica cotidiana en las familias que World Vision Bolivia apoya a través de la implementación de huertos familiares, del Programa Patujú, para que los niños y niñas puedan mejorar su nutrición a través de una dieta equilibrada.

Estas prácticas saludables en la nutrición de las familias son desarrolladas en los hogares en los que la niñez son protagonistas del proceso con el cuidado y mantención de los huertos familiares que ayuda a contar con hortalizas frescas para la alimentación y hasta la venta en algunas ocasiones.

Es el caso de Lupita quien ayuda a su mamá Humberta para que las verduras estén siempre presentes en las comidas sobre la mesa.

A Lupita también le gusta comer sopa de maní, un plato tradicional de la cocina boliviana. Humberta cree que las verduras ayudan a sus hijos a desempeñarse mejor en la escuela. "Lupita siempre ha tenido buenas notas, desde el jardín de infancia ha sido la mejor alumna", dice su madre.